miércoles, 21 de marzo de 2018

DIARIO DE CREACIÓN: La campaña de crowdfunding

Era mi última opción, la que menos me gustaba, la que más miedo me daba. Antes, después de haber conocido los distintos presupuestos de impresión, había buscado otras alternativas. Un préstamo personal en una entidad financiera, la involucración de una hermandad rociera... Nada salió, ¡Afortunadamente!

La primera vez que hablé de crowdfunding para financiar la novela, fue echando un café con una amiga. Me sentí viejo e incapaz. El mundo actual ofrece una serie de posibilidades que siento que me vienen grandes. Empiezo a ser consciente de que hay cosas que se me van a escapar y que, nuevas generaciones, las dominan perfectamente. Empiezo a entender realmente a mi padre... Luego fueron mis hermanas quienes me lo plantearon como opción, incluso me hablaron de experiencias de amigos cercanos y de que podrían asesorarme.

Pero yo seguía reacio a enfrentarme al crowdfunding; Hasta que realicé el ejercicio de evaluar realmente al “enemigo”.

Y el enemigo me conquistó...

Vine a dar con el portal ULULE y comprobé que tenía un amplio material tutorial que, no solo satisfacía todas mis preguntas, sino que, además, me iba inspirando confianza, curiosidad e interés. La teoría de los tres círculos, el ciclo en forma de U de la campaña, los consejos para exponer el proyecto con todo lujo de detalles... Eran retos alcanzables. En realidad, no tenía por qué darme tanto miedo.

Y me lancé...

Preparé un proyecto que, todos los que pasárais por https://es.ulule.com/elxvotonovela , tuvisteis oportunidad de conocer. No lo hice yo solo, el equipo de asesores funcionó perfectamente. Le doy un millón de gracias a Sandra Martín por su apoyo. ¡Es una crack! Después de que la plataforma aprobara su publicación, superé el reto de buscar a mi primer círculo y de pedirle la ayuda que tenía que pedirle.

“No le vas a pedir limosna a nadie, vas a ofrecer tu producto”. Apuntáos esa frase como de las de “autoayuda”, porque fue la que me salvó.

Y digo que me salvó porque, gracias a ella, pasó todo esto: Superé el reto de valorarme y ofrecerme, a pesar de mi frecuente temor al rechazo. Pero ocurrió todo lo contrario y, en seguida, mi primer círculo mostró su tamaño real y era tan grande que me dio un vuelco el corazón; luego apareció el reto "Let´s do it" y, gracias a él, no solo lo superamos en un tiempo récord sino que, al hacerlo, logramos también el objetivo de asegurar la primera edición de la novela. Luego se empezó a manifestar el segundo círculo, rompimos la teoría del ciclo en forma de “U” en dos ocasiones, con dos reacciones fabulosas de las redes sociales que me produjeron una satisfacción enorme y, tras llegar a los medios de comunicación del tercer círculo, para terminar, superamos también el objetivo de ampliar en cien ejemplares más la primera edición y hemos dejado la puerta abierta a que, con muy poco (y fuera ya de la campaña), podamos aventurarnos a la tirada de quinientos ejemplares.

Mi frase de autoayuda me llevó a una campaña de crowdfunding que me ha dado varias lecciones de crecimiento personal: me ha ido demostrando cómo mi trabajo da sus resultados, me ha ido demostrando que se me da bien hacer ciertos tipos de trabajo y cómo debo aprovecharlos, me ha enseñado el alcance de mis habilidades, me ha hecho superar un miedo si antes, lo conozco y prepararo la batalla,... ¿Sigo?  Y, no contenta con eso, también me ha dado la realidad de una primera edición de mi novela y la posibilidad de enfrentarme con decisión a mi próximo miedo.

Pero, ese, ya os lo contaré cuando también esté superado, que ya es otro tema distinto al de hoy.

No hay que tenerle miedo a los propios miedos. Si te paras a conocerlos y te animas a superarlos, saldrás bien de esa batalla y con mil lecciones aprendidas.  No existen límites...


martes, 13 de marzo de 2018

De charla con: Carmen "La garrotera"




̶  A ti te quería yo ver  ̶  me dice mientras entra por la puerta del salón pillándome desprevenido  ̶ .  ¿Te parece bonito que, nada más empezar, pongas a la Virgen en la tesitura de tener que velar por nosotros, y nos envíes a Cádiz justo en el momento en que la bombardean los ingleses? ¡Con la de preocupaciones que tiene y tú echándole otra más encima!

¡Esa es Carmen! Preocupándose por la Virgen antes que por ella misma.

̶ Era necesario comenzar así  ̶̶ le respondo sin titubear  ̶̶ . Que no os ocurriera nada era el primer milagro necesario para que quedara claro desde el primer momento que la Virgen estaba contigo; Que estaba con todos, que érais su plan.

Se queda callada un segundo, no se esperaba esa respuesta. Acaba de darse cuenta de que mi fe en la Virgen del Rocío es tan firme como la suya. Me mantiene la mirada, me está examinando. Aunque sientan cariño y devoción por la Virgen en palacio, nadie la siente con la misma intensidad que la siente ella. Le choca encontrarse con un alma gemela que, encima, viene desde Almería. Con lo lejos que está.

̶ Me alegro muchísimo de conocerte  ̶̶  continuo diciéndole  ̶̶ . Ya tenía ganas...

Se ruboriza. Su vida está forjada con gente a la que conoce desde pequeña. No está acostumbrada a que un desconocido la halague. Pero, tras ese segundo en el que se deja ver tal y como es, vuelve a tratar de mostrarse firme, a querer mantener la imagen de autoridad con la que se ha ganado el respeto de toda la casa.

̶  Aún así, no era menester preocuparla. A la Virgen hay que dejarle que haga las cosas a su ritmo, cuando Ella lo demande.

̶   ¿Y quién te crees que ha guiado mi inspiración a la hora de escribir?

Vuelve a quedarse muda y a mirarme fijamente a los ojos. Sigue estando sorprendida.

̶  Carmen  ̶̶  le digo  ̶ . Empecé a escuchar cosas de la Virgen cuando tenía ocho años y la conocí a los once, siendo un niño. Desde entonces mi vida ha estado en sus manos y no ha dejado de preocuparse por mí y de enseñarme las lecciones de la vida con el mismo amor que las aprendiste tú. Sé que es Ella quien me da y que es Ella quien me quita, sé que es Ella quien me guía y quien me protege en mi camino... Tú y yo somos iguales, forjados como Ella ha decidido. Así que te conozco, así que me conoces... Conmigo no tienes que ser el ama de llaves del Palacio de Medina Sidonia, Carmen, conmigo puedes ser la tata.

Frunce el ceño, me escanea. Sonrío al pensar en esa palabra porque es un término que desconoce y, si tuviera que explicárselo, no daría crédito a lo que le cuento. Y mi sonrisa la relaja, aunque no sepa a qué se debe.

̶  Gracias  ̶  Ahora el que se sorprende al escucharla soy yo  ̶ . Gracias por haberme dibujado una vida tan plena, tan llena de amor... Gracias por haberme dado a la Virgen, al bosque, al señor duque y a la señora duquesa. Gracias por mi mi infancia en el Carrizal y por mis padres, por Fray Manuel, por Fray Pedro, Por Baltasar y por don Francisco Pichardo.

̶  Pichardo y Baltasar son reales  ̶  le digo  ̶ . El testamento es real.

Se le ilumina la cara.

̶  ¿Es real? ¡¿El testamento es real?!

̶  ¡Vaya si lo es! Y, gracias a él, la devoción a la Virgen se hizo universal y eterna. ¡No sabes hasta qué punto!

Se le arrasan los ojos al escucharme y su cara dibuja una sonrisa que adivino perfectamente: es amor sincero y agradecimiento infinito a la Virgen porque sabe que mis palabras son ciertas aunque sea incapaz de suponer su verdadero alcance.

̶  Vamos entonces a la capilla a darle gracias a la Virgen  ̶  me dice entusiasmada  ̶ . Hay una tabla pintada con su Sagrada efigie en la que podremos verla y hablar con Ella como si estuviéramos en las Rocinas.

̶  Será todo un privilegio ir a darle gracias contigo. Lo estaba deseando.

Porque yo, además, le daré siempre las gracias A Rocío por haber puesto a Carmen y su historia en mi vida.

De charla con: Doña Ana Gómez de Silva y Mendoza




Cuando entro en el salón, ella ya me está esperando. Su belleza, porque es una mujer realmente guapa, se enfatiza con la singular sonrisa que dibujan sus labios. Transmite cercanía, confianza. Se me acerca y me saluda dándome un par de besos. Me sorprende, ¿Esta costumbre se estilaba en el S.XVI? Me ve el gesto de sorpresa y se ríe.

̶ Eres de la familia, Jose, y los gestos de afecto hacia los familiares hay que manifestarlos siempre. ¿Has tenido un buen viaje?

̶ Sí ̶ le respondo mientras atiendo a su invitación para que tome asiento ̶ , Almería ya no está tan lejos y, además, conocer Sanlúcar era un deseo que tenía pendiente. ¿Cómo están las cosas por aquí?

̶ Mucho más tranquilas, gracias a Dios. Ya sabes del ajetreo que hemos tenido en este tiempo pero ha querido la Virgen que todo se resuelva satisfactoriamente y la calma ha vuelto a la casa. Alonso vuelve a sonreír y eso es señal de que todo está bien. Con su sonrisa, sonreímos todos.

̶ Mucho tiene usted que ver en que haya regresado esa sonrisa a la cara del señor duque.

̶ No me hables de usted, Jose. Te he dicho que eres de la familia. Y más aún después de comprobar el cariño con el que has contado nuestra historia. Sabes cosas que ni siquiera conocen mis hijos. Bueno, ahora sí las saben porque les ha faltado tiempo para leer “El exvoto”. Y, respondiendo a tu comentario, te diré que hice lo que cualquier esposa habría hecho. Mi sacrificio o, mejor dicho, mi esfuerzo, perseguía recuperar al hombre que amo y al que necesito que esté bien para que todos lo estemos.

̶ ¿Y qué les ha parecido a los niños la novela? ̶ pregunto interesado.

̶ Les ha encantado, a todos nos ha gustado. Juan Manuel quería haberte felicitado personalmente pero tuvo que salir ayer de viaje. Felipe vendrá luego, a la hora del almuerzo, y también está ansioso por conocerte. ¿Sabes que ha empezado a llamarte “el tío Jose”?

Sonrío emocionado, el cariño de los Guzmanes es algo que empieza a superarme. Luego pienso en el hermano de la duquesa, Ruy, y en el duque y vuelvo a cambiar el gesto. La duquesa vuelve a adivinar mis pensamientos.

̶ A Alonso también le ha gustado ̶ me dice ̶ . Se molestó cuando leyó lo que contabas de sus secretos pero, finalmente, terminó por comprenderlo. ¿Le has visto ya, no? ̶ asiento moviendo la cabeza ̶ . Entonces se lo habrás visto en la cara. Siempre intenta parecer inflexible, ya sabes que lleva una carga muy importante a sus espaldas y que eso le obliga a imponer respeto, pero también sabes que tiene un corazón enorme. Lo pasó muy mal antes de todo este asunto y terminó por tocar fondo y romperse. Todavía está sensible y se le mezcla la rabia con la pena. Pero, como te decía, ya sonríe y eso es señal de que está superando esta etapa.

̶ ¿Y Ruy? ̶ le pregunto ̶ . Porque tampoco le dejo muy bien parado en “El exvoto”.

̶ De mi hermano no dices nada que él no sepa ni que tenga que preocuparte. Es tal cuál, vive despreocupado de la vida pero tiene un corazón que no le cabe en el pecho y siempre está dispuesto a entregarse por los demás.

̶ ¿Aprobado entonces?

̶ Cuentas con la bendición de esta familia. Incluso con la de mi madre si aun viviera. Sé que le habría gustado que hayas dejado constancia de que fue ella quien nos avisó del caramelo envenenado que era lo de Milán. Tienes las puertas de esta casa abiertas para cuando quieras. Y también las de nuestros corazones. Solo te voy a hacer una observación: hoy te sientas a la mesa con nosotros. De aquí no te marchas sin asegurarme de que has comido bien.

Hermosa por fuera y por dentro. Es una gran mujer, una gran persona y un corazón de madre que me ha ganado.